Pueden ver el texto original aquí:
http://www.revistacruce.com/letras/cuadrangular-periodistico.html
Han pasado más de 5 años desde que mi tío político, el Sr. Omar Marrero, me había confesado su intención de escribir un manual de periodismo. Fue en una de aquellas visitas fugaces a Trujillo Alto en donde, en medio de algunos refrigerios y charlas familiares, la idea había llamado mi atención. Apenas cursaba yo el segundo año de bachillerato; no tenía idea de que en el futuro iban a suceder dos cosas: que el libro se materializaría y que yo me iba a convertir en algo parecido a un periodista (aún cuando algunos no lo crean).
http://www.revistacruce.com/letras/cuadrangular-periodistico.html
Han pasado más de 5 años desde que mi tío político, el Sr. Omar Marrero, me había confesado su intención de escribir un manual de periodismo. Fue en una de aquellas visitas fugaces a Trujillo Alto en donde, en medio de algunos refrigerios y charlas familiares, la idea había llamado mi atención. Apenas cursaba yo el segundo año de bachillerato; no tenía idea de que en el futuro iban a suceder dos cosas: que el libro se materializaría y que yo me iba a convertir en algo parecido a un periodista (aún cuando algunos no lo crean).
Pasó el
tiempo y yo sabía que el texto germinaba poco a poco. Así, en el 2011, vi en
los estantesFundamentos del periodismo
deportivo.
Con toda la
objetividad que se merece Marrero –profesor de comunicaciones, periodista
continuo y taciturno nacido en septiembre–, creo que esta ha sido una de las
mejores publicaciones de la editorial Terranova. El texto no sólo encara uno de
los mitos más repetidos por los críticos de tercera, sino que lo destruye con
una facilidad aplaudible: los periodistas deportivos son igual de profesionales
que sus colegas de las mal llamadashard news. Quien
diga lo contrario es novato o ignorante.
Tomado de www.marcresearch.com
Primero,
hago énfasis en la calidad visual de la publicación, aspecto que conozco de
antemano al dar fe de la preocupación de Marrero por desarrollar escritos
llamativos sin sacrificio de la buena calidad informativa. Este elemento hace
que el texto fluya con una sensación de orden y amenidad que, a su vez, da paso
a una lectura agradable y entusiasta. Esto va seguido de otra de las cartas
fuertes del autor: la pertinencia de la información que nos ofrece.
Marrero no sólo es veterano de más de cinco
redacciones de noticias, sino que ha contribuido con sus talentos en calidad de
editor y jefe de comunicaciones en actividades locales e internacionales. Por
otro lado, no se puede dejar a un lado su carrera como docente en la
Universidad de Puerto Rico. No cabe duda de que estas experiencias han hecho
que el autor plasme en este libro la información más exacta y actualizada.
No
obstante, lo antedicho se queda corto ante lo que considero es uno de los
triunfos grandes de este lanzamiento: la cristalina redacción. El autor logra
sintetizar con sencillez, intercalar sus opiniones con las de expertos
internacionales y dar un cierre a cada capítulo que, sinceramente, deja a uno
sin la menor duda de que se haya quedado algo fuera del marco.
En
cuestiones de contenido, hay que subrayar la lograda historia del deporte y su
periodismo tanto en Puerto Rico como en América Latina (en específico en el
Gran Caribe). También hay una glosa de las tres grandes divisiones de la
disciplina: la prensa escrita, la radial y la televisiva. Por su puesto, para
ese toque contemporáneo, no puede faltar el que Marrero haya dejado un acápite
para elaborar sobre la llamada convergencia de medios, sus efectos, tecnologías
e implicaciones para el periodista deportivo (quien ha sido uno de los grandes
protagonistas de este fenómeno).
Fundamentos del periodismo deportivo no deja a un lado la parte técnica del
oficio. A razón de ello, se dedican capítulos enteros a la explicación de las
estadísticas deportivas, la terminología más usada en la profesión y hasta las
consideraciones éticas de los comunicadores (a un grado tan puntilloso como el
aconsejar acerca de cómo conversar, cuándo es el mejor tiempo para entrevistar
y cómo debe vestir el periodista). En esta línea, cabe mencionar que uno de los
consejos más destacados en el libro –luego del énfasis en la lectura y la
interacción directa con eventos deportivos– es el mirar hacia los
experimentados. Marrero reconoce la importante contribución de una vasta línea
de predecesores quienes desde Puerto Rico, República Dominicana y otros países
han sentado unas pautas metodológicas y técnicas que son de vital importancia
dentro y fuera de la sala de redacción.
Tomado de guardian.co.uk
Fundamentos del periodismo
deportivo es un libro
esencial en la biblioteca de todo periodista deportivo. No obstante, dejo
abierta la puerta para aquellos otros comunicadores que quieran aventurarse a
este mundo. La moraleja es simple, saca a un periodista deportivo del juego,
ponlo en otro contexto y es muy probable que logre su historia. Sin embargo,
saca a un periodista de negocios, envíalo al terreno de juego y es altamente
probable –salvo que sea fanático de la disciplina– que no cumpla el cometido.
A modo de
colofón, Fundamentos del periodismo deportivo llegó en un momento crucial en mi vida
cuando me desempeñaba en múltiples tareas en el anhelado Hoy en la noticias de Radio Universidad de Puerto Rico.
Entre ellas, la de sustituir al querido amigo Manuel Torres en su sección
deportiva (quien en realidad es insustituible por su precisión y disciplina
religiosa a la profesión) y la de entablar conversaciones e investigaciones
deportivas con la promesa periodística que es Héctor “Titito” Rosa (quien hace
poco se convirtió, oficialmente, en mi concuñado). Sinceramente, yo no sabía en
lo que me metía, pero la publicación de Marrero me salvó de bochornos y errores
en una rama periodística que requiere cuidado, exactitud y mucho dinamismo.