La espera valió la pena. No podía comenzar esta colaboración de otra
forma ya que las palabras eran escasas para describir la gratitud que sentí al
hojear el texto ¿Quién le teme a la
teoría? Era un deseo– gritado desde algunas aulas –de los estudiosos de la
literatura el que se creara un texto puertorriqueño que acercara a los lectores
al muchas-veces-temido mar de la teoría.
(Tomado de literarism.blogspot.com)
La encomienda viene de la pluma de Lissette Rolón Collazo y de Beatriz
Llenín Figueroa. La primera, veterana del Departamento de Humanidades de la
Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, quien cuenta ya con un anaquel de
publicaciones dentro y fuera de estas latitudes antillanas. La segunda, una
antigua– con todo el respeto y que conste que me incluyo–colega de clases del
Colegio que ha brillado en aulas nacionales y extranjeras por sus aportaciones
a los estudios de género, estudios de violencia y otros temas en el área de la
Literatura Comparada.
¿Quién le teme a la teoría? es un manual, su propio subtítulo lo
describe como un Manual de iniciación en
críticas literarias y culturales, lo que implica que la intención de este
libro es que sirva como referencia, como taller, o como ayuda continua para el
deseoso de aprender.
De primer golpe, vale señalar que el diseño y el contenido van dirigidos
al profesor de escuela intermedia y superior que desea iniciar a sus educandos
en las diversas escuelas críticas de literatura. Sin embargo, no me sorprendió
conversar con algunos estudiantes de bachillerato y a nivel graduado que han
adquirido el texto por recomendación de sus profesores e instructores.
La encomienda de las autoras es, sin lugar a dudas, titánica. Lograr
sintetizar el corpus de cada una de las tendencias críticas en un texto de tan
solo 288 páginas tiene que haber sido una de las tareas académicas más
difíciles en sus vidas. No obstante, considero que el mayor escollo no fue ese–
pensando, además, que para estas amantes de las letras el volver a leer a sus
teóricos tiene que haber sido un ejercicio placentero –sino el de enfrentarse a
un sistema educativo cuadriculado, que solo piensa en superar cada año el reto
de las pruebas estandarizadas y que considera que la teoría es un vetusto concepto que no sirve para el motor social de
las escuelas.
(Tomado de zizekspanish.wordpress.com )
En esa línea, ese grandioso título ¿Quién
le teme a la teoría? no solo hace referencia al individuo que le huye a los
movimientos críticos sino al mismo sistema educativo– sus directores, maestros
y demás colaboradores –que no salen del vicio de enseñar a interpretar los
textos con un riguroso y dañino formalismo que aburre a los alumnos y repercute
en un tipo de asco hacia las letras.
El texto abarca un conglomerado de temas que rayan desde el Marxismo y
las Teorías Materialistas, el Feminismo, el Estructuralismo y los Estudios
Culturales, solo por mencionar algunos. Su estructura es sencilla y
entretenida, cada capítulo comienza con algunas frases de los teóricos
literarios en una clara invitación a la meditación de sus palabras. A
posteriori, cada capítulo cuenta con un acápite llamado “Situaciones” en donde
se le expondrán al educando ciertas relaciones de hechos que asimilan la
problemática del día a día en las escuelas y convida a que se analice y se
desarrollen preguntas en torno a la controversia. Luego, el capítulo avanzará
en la descripción de las posturas de las escuelas de pensamiento, sus grandes
pensadores y la forma en que estas impactaron la academia, otras áreas de
estudio y a la sociedad. Al final de
cada capítulo se ofrecen preguntas guías para aplicar la crítica a los textos
que se estudian en clase. Además se ejemplifica cómo desarrollar un análisis
literario a partir de lo aprendido y luego, a modo de colofón las autoras
desarrollan actividades de exploración, conceptualización y aplicación de lo aprendido.
(Tomado de english.uoregon.edu)
Simplemente, no hay excusa. ¿Quién
le teme a la teoría? está alineado y atemperado a los currículos del
Departamento de Educación de P.R. y ofrece el 50% del trabajo ya completado, el
resto depende de un maestro que le eche ganas y de una escuela dispuesta a
darle una mirada distinta a sus programas de literatura. No obstante, este
servidor hizo el experimento como profesor de español en una escuela privada y
tengo que confesar que a los educandos les agradó el estudiar la literatura
desde un punto de referencia diferente y un marco teórico que le ayudara a
entender algunos temas en los textos asignados.
¿Quién le teme a la teoría? es un libro capaz de atrapar la
atención de muchos. No solo está hermosamente construido– su arte, su portada,
los gráficos al inicio de cada capítulo y su pegajoso título lo atestiguan
–sino que su contenido es intrigante para aquellos que se acercan por vez
primera a estos temas. Si algo hay que advertir, es que para poder hacer un
buen uso del mismo hay que motivar a que los estudiantes para que lean, que se
empapen de literatura para poder luego desarrollar los ejercicios de este
manual. O sea, para atesorarlo hay que ver la teoría, perder el temor y sacar
tiempo para leer.
Por lo demás, sinceramente no sé, es uno de esos momentos donde se hacen
dos cosas: Uno se levanta lentamente y continúa aplaudiendo o uno puede
quitarse el sombrero y darle gracias a la contribución de estas autoras. Lo
demás es literatura.