jueves, 30 de septiembre de 2010
Crítica de Libros: Reyerta TV
Reyerta TV
Juanluís Ramos
Agentes Catalíticos
120 páginas
Reyerta TV es un libro que responde a la cultura de la tecnología y la informática que caracteriza a los escritores que se desarrollan a partir de la d’ecada de los 90. Juanluís Ramos es el creador de esta colección de cuentos que raya entre lo cinematográfico y lo morboso. Reyerta TV abarca los temas de la violencia, la pornografía, el crimen y la realidad social de un Puerto Rico que se parece cada vez más a las distopias cinematográficas. Ramos utiliza un estilo sencillo y fácil de apreciar, con un toque un tanto tecnológico y digital que invita a reformular la tradicional lectura para convertirla en un ejercicio visual.
El libro es en sí un canal, Reyerta TV es en esencia el gran libreto de la programación de la violencia. Ramos ha logrado capturar la teoría de la desensibilización social que tanto caracterizó a sociólogos como Robert Merton y a educadores como Paulo Freire.
En Reyerta TV la violencia abre el texto, siendo el primer cuento un catalítico que sentará las bases para el resto de los relatos. Vale recalcar que al autor recurre muy bien al relato detectivesco en las diferentes entradas del relato “Gin & Tonic”. Sin embargo, son los cuentos “La confesión de Sor Josefa de todos los Santos” y “Out” los que enmarcan la crítica que tantas veces soneó Luis Rafael Sánchez en La guaracha del Macho Camacho. El primer cuento demuestra toda la crudeza del fetichismo pornográfico; el segundo es una recreación de la pasión deportiva por el béisbol que tanto marca nuestra realidad antillana.
Juanluis Ramos es un narrador perverso, marcado por la cultura de “Mano dura contra el crimen”, es rudo en sus historias pero sigiloso y a la vez certero en su verbo. Sin duda, estamos ante uno de los narradores de la literatura puertorriqueña para las postrimerías.
La confesión del autor en el último cuento titulado “Boletín de última hora” es tan desgarradora como real. Concluye así la salpicadura de alcohol y sangre que se esconde en las páginas con un toque que obliga a mirar al televisor y tenerle miedo.
Reyerta TV es de lectura rápida, pero aconsejo que sea tomada con calma ya que este libro esconde mucho más que una metáfora social. Se lo recomiendo a los amantes de la narrativa en general y muy en especial a los cineófilos y amantes de las recientes transformaciones de las comics a la pantalla grande.
martes, 21 de septiembre de 2010
Conversación con Diego de la Texera (Primera Parte)
Un astro del Cine: De Ponce a Brasil
Diego de la Texera es todo un personaje: altivo, minucioso de ojos, de voz fuerte y sonrisa confundida con los bigotes.
Conocí a este cineasta durante un reportaje que preparé para el Festival de Radio Amigos 2010 de Radio Universidad de Puerto Rico. Luego, tras la muerte del prócer, Juan Mari Bras, no me pareció curioso el verlo llegar a compartir el doloroso duelo. Nos confundimos en un saludo fraternal y con la mirada repasamos las mil historias que compartimos en lo poco que interactuamos.
Para aquellos que no conocen a Diego de la Texera es un doctor del Cine, nacido en Ponce. A temprana edad visitó constantemente a Venezuela, acrecentando su amor por la vida Latinoamericana.
De la Texera es uno de los productores de Cine más discutidos en los países de habla hispana tras haber estado envuelto con los Revolucionarios Sandinistas. Fue el creador de una de las piezas del séptimo arte más importantes de El Salvador, titulada El Salvador: el pueblo vencerá en 1980. Además, fue director de la Escuela Internacional de Cine Televisión de la Habana, una de las más prestigiosas instituciones cinematográficas de nuestro hemisferio.
Comparto con ustedes la promoción de su magnum opus Meteoro y parte de la conversación sobre política y cine que sostuvimos.
¡Que lo disfruten!
Meteoro de Diego de la Texera, una película que toca diferentes temas con un matiz cuasi mágico donde se ve mucha literatura, donde se ve mucho tema, que diríamos, tan latinoamericano, entre nosotros así, que tenemos ese estilo de narrar. ¿Qué es meteoro? ¿Cuándo surge Meteoro?
Meteoro surge…he…la idea surge como en año 97. Así son las cosas en América Latina, tú tienes una idea en el 97 y la realizas en el 2007, fueron 10 años de trabajo para poner esa película en la pantalla. Surge a través de un encuentro puramente fortuito. Yo estaba buscando sinopsis en la oficina de un amigo mío en Río de Janeiro para hacer un paquete de películas para Universal. Y el tenia una gaveta de sinopsis y empezó a sacar sinopsis y una de las que sacó la volvió a meter y me dijo “esa no es sinopsis, mira las otras esa no es sinopsis”.
Y yo me quede curioso. Cuando termino la sesión y escogí mi sinopsis, dije: “No me dejas ver esa que está ahí. Esa que me dijiste que con era sinopsis.” Y era la historia cruda de Meteoro.
Era la historia documental de estos trabajadores que estaban haciendo la rodovia federal 020 de Brasilia a Fortaleza que habían sido abandonados en el medio del certaon junto con 16 prostitutas visitadoras. Cuando vino el golpe militar los abandonaron allá en medio del certaon y ellos construyeron una sociedad perfecta. Un pueblito que se llama Nueva Holanda. Que todavía existe.
¿Cómo termina un ponceño: número uno, cruzando prácticamente América Latina y luego de esto, terminando en Brasil haciendo una película tan trascendental como esta?
¡Diablo! Pues esa es la historia de mi vida. ¿NO? Eso es correr detrás de, quizás lo que está de moda, pero que desde chiquito yo, que tengo familia venezolana, tengo un tío que se fue para allá en los años 30 en la época de Gómez, descubrí tempranamente a América Latina cuando tenía 13 o 14 año. Que íbamos a pasarnos los veranos allá a la playa de Choroní en la casa de mi tío. Ahí me despertó esa hambre por América Latina y como la fascinación de que esa gente era tan parecida a nosotros. Que nosotros de verdad, yo lo que conocía era americanos que venían a Ponce a la cosa de las refinerías de petróleo y los hijos de los americanos. O sea, yo nunca había conocido un venezolano, ni nada de esas cosas. Y me fascinó. Ahí me fui por el mundo viajando y por esas cosas de la vida, pues, me enamoré de varias brasileñas. Fue, te puedo decir, pasó todo eso por amor.
¿Cuál es la importancia de desarrollar un cine que desarrolle un puente entre Puerto Rico y Brasil y de ahí para el resto de Latinoamérica?
Pues eso. Eso en cierta manera, pues es, verdaderamente nosotros somos aislados, somos una isla, por lo tanto somos aislados y los únicos puentes que nosotros tenemos verdaderamente son hacia el norte. Como nosotros somos una colonia, una dependencia de los Estados Unidos todo, todo, nuestros vínculos, todos nuestros puentes, son hacia el norte. Y nosotros prácticamente que estamos, te lo pongo entre comillas, pa’ que no me digan que estoy diciendo embustes, estamos prácticamente prohibidos de viajar para el sur. No es que estemos prohibidos, pero que todos los incentivos son para que tú vayas al norte. Las universidades del norte, Princeton, Harvard, pero nadie nunca habla de la USPI, de San Paolo o de la UCD, de Venezuela. ¿Entiendes? Entonces, hay cierto condicionamiento, un lavado cerebral pa’ que tú te vayas pal norte y no pal sur. ¿Y por qué? Porque cuando tú te vas pal’ norte, tu vas a hacerle trabajos meniales a los americanos, tu vas a hacer un acólito de los americanos, y cuando, si tú te vas pal’ sur, tú te vas a encontrar un chorro de primos y primas igualitos que nosotros, que bailan salsa, que les encanta la magia, y las cosas como son. Y quizás nosotros podamos querer unirnos a ellos en vez de a los americanos. Y eso a ellos no les interesa. Entonces por eso es que nosotros los puertorriqueños si queremos buscar verdaderamente somos como si fuéramos hijos adoptivos, que nos adoptó un padre americano y de repente nos damos cuenta de que ese tipo no es nuestro papá. Y que nosotros entonces nos viramos hacia el sur, y vamos a buscar quienes son nuestros verdaderos padres biológicos que están en Venezuela, en Brasil, en Argentina, en Perú, en Paraguay, en Uruguay. Que eso es nuestra familia lingüística y nuestra familia cultural. Nosotros pertenecemos a ese mundo y no a aquel otro que nos están tratando de forzar.
CONTINUARÁ
domingo, 19 de septiembre de 2010
Victoria de Anon sobre RIAA: La revolución toma por sorpresa los medios cibernéticos
Al parecer el espinado juego de la ciber-guerra ha tomado un giro drástico. Totalmente no ortodoxo fue el movimiento del “Supreme Final Boss of the Internet” Anonymous (un colectivo formado por millones de usuarios de espacios de mensajería cibernética, en adelante referido como Anon) ante la amenaza del Recording Industry Association of America (en adelante RIAA) de detener, de una vez y por todas, las descargas que se llevan a cabo en las páginas de “Torrents”. Al parecer Anon perfeccionó un “distributed denial-of-service attack” contra la pagina de la RIAA y de Aiplex, entidad contratada por la primera para acabar con la piratería.
Aquí tienen el texto de la noticia. Aseguro que propenderá a tremendas discusiones en cuanto al Derecho Cibernético y la teoría de la esfera pública de Habermas.
TEXTO TOMADO DE
http://feedproxy.google.com/~r/Techcrunch/~3/R2ck0c7UOrU/.
***
RIAA Goes Offline, Joins MPAA As Latest Victim Of Successful DDoS Attacks
Alexia Tsotsis 3 hours ago
In an offense called “Operation Payback,” members of the Internet collective Anonymous have organized what seems to be anti anti-piracy movement. Dubbed by Torrent Freak as the ”protest of the future” the group has been pretty busy over the past 36 hours launching DDoS attacks on the MPAA, Indian anti-piracy site AiPlex Software and today both RIAA.com and RIAA.org. The attacks are apparently in retaliation for comments the CEO of Aiplex software made about his firm being hired by the film industry to take down The Pirate Bay.
The original call to arms below:
How fast you are in such a short time! Aiplex, the bastard hired gun that DDoS’d TPB (The Pirate Bay), is already down! Rejoice, /b/rothers, even if it was at the hands of a single anon that it was done, even if ahead of schedule. now we have our lasers primed, but what do we target now?
We target the bastard group that has thus far led this charge against our websites, like The Pirate Bay. We target MPAA.ORG! The IP is designated at “216.20.162.10″, and our firing time remains THE SAME. All details are just as before, but we have reaimed our crosshairs on this much larger target. We have the manpower, we have the botnets, it’s time we do to them what they keep doing to us.
REPEAT: AIPLEX IS ALREADY DOWN THANKS TO A SINGLE ANON. WE ARE MIGRATING TARGETS.
From the Anonymous media kit:
Operation:Payback is a bitch.
DATE \September 19, 2010\
To whom it may concern,
This is to inform you that we, Anonymous, are organizing an Operation called “Payback is a bitch”. Anonymous will be attacking the RIAA (Recording Industry Association of America), the MPAA (Motion Pictures Association of America), and their hired gun AIPLEX for attacks against the popular torrent and file sharing site, the Piratebay (www.thepiratebay.org). We will prevent users to access said enemy sites and we will keep them down for as long as we can. But why, you ask? Anonymous is tired of corporate interests controlling the internet and silencing the people’s rights to spread information, but more importantly, the right to SHARE with one another.The RIAA and the MPAA feign to aid the artists and their cause; yet they do no such thing. In their eyes is not hope, only dollar signs. Anonymous will not stand this any longer.We wish you the best of luck.
Sincerely,
Anonymous,
We are legion.
Both RIAA sites currently offline (they went down 5 minutes before schedule), as people continue to mobilize through the 4Chan message boards and Twitter, using the LOIC (Low Orbit Ion Cannon) DDoS tools to initiate independent attacks, and continuing to make what would seem unlikely for a group of people called Anonymous, celebratory tweets.
For all the “future of cyber protest” rhetoric, it remains to be seen how much effect a flood of traffic and a few hours of downtime will have on changing RIAA or MPAA piracy policy. After all, despite yesterday’s sustained attacks, the MPAA site is back up and running, snow owls and all.
martes, 14 de septiembre de 2010
Yuxtaposición...otro debate literario para reirse!
Apunta la Dra. Carmen Dolores Hernández que La velocidad de lo perdido es en sí, una metáfora que describe el proceso mismo del lanzamiento de esta novela, o sea, una pérdida a causa de la velocidad.
Confieso que no soy quien para dirimir con la excelsa figura de la crítica isleña. Sin embargo, ante el seguro embate que le darán a mi humilde sección radial, me veo en la obligación de exponer las razones por las cuales mi lectura de La velocidad de lo perdido de Cezzane Cardona se muestra en abierta pugna con lo expresado en La Revista, del rotativo El Nuevo Día.
Vale decir que no estoy ni con el título, ni con la experiencia que tiene la Profesora para pasar los ojos sobre las hojas. Yo apenas comienzo una carrera un tanto fragmentada, mientras ella es una exquisita fuente de información literaria y cultural, con la cual, lo admito, muchas veces estudio para estar al tanto de lo que ocurre en el quehacer literario del país. De eso no hay nada malo. No obstante, ¿por qué la crítica apunta a dos nortes distintos?
Indica la publicación de la Profesora que “[n]o queda claro hacia adónde va y qué se propone el novelista. Tal como está, carece de interés; carece incluso –en algunos pasajes- de corrección (algo que se hubiera podido subsanar fácilmente en la fase de la edición).”
Soy del parecer que la Dra. Carmen Dolores Hernández estriba en un planteamiento cierto, un tanto incisivo y curiosamente se plantea como una introducción fuertísima hacia lo que será su lectura de La velocidad de lo perdido. Pero, ¿a qué se debe el que no haya hecho mención de semejantes observaciones en mi sección? Lo primero es que no estoy en la posición de acribillar a ningún escritor que aparece en mi espacio. Es una falta de respeto el que, luego de que me haya perdido entre los estantes de libros (luego de que ninguna editorial se dignara en llevar sus textos a la estación), opte por criticar una obra que en el primer esfuerzo pude haberla dejado tranquila en el estante. O sea, el crisol que utilizo se basa en varios factores: Fecha de publicación, análisis comparativo de otras publicaciones a la mano y, tristemente confieso, cuanto puede aguantar mi pobre bolsillo para la adquisición de estas obras. Como ven estoy anquilosado de primera mano.
Es manifiesto que lo que se publica día a día es poco, no puedo exigir que la producción literaria puertorriqueña lleve cierta “velocidad”. Por otro lado, no todo lo que sale tiene la misma calidad que uno espera. Forzoso es concluir que opuesto a lo que uno desearía, uno se conforma con lo que hay y, dentro de “lo que hay” existen elementos buenos y malos.
Por otro lado, los criterios a la hora de redactar mi sección son estrictamente los “usuales” y por lo tanto me los reservo.
¿Qué pinta La velocidad de lo perdido en todo esto?
Sencillo, de entre las obras que estuve leyendo, sobrepasa a otras que seriamente dudo que la Profesora considere agradables. No voy a mencionar sus títulos. No estoy para ser enemigo de nadie. Cada cual será juzgado por sus lectores.
Indica Carmen Dolores Hernández que “[t]an repetitivos y gráficos son los pasajes sexuales que cabría preguntarse si se utilizan como recurso para ampliar la lectoría de la novela. No parecen tener muchas otras justificaciones.”
Considero que es un señalamiento cierto, la novela explota el uso de esos elementos. No obstante, ¿por qué el autor se vale de ellos? Me parece que la expresión sexual conlleva cierta pérdida y, sin entrar en las disquisiciones teóricas de rigor literario, el sentido de marginalidad isleña que presenta Rodríguez Julia mezclado con la sinfonía de La Guaracha del Macho Camacho, son los caracteres representativos que Cardona presenta en su obra. O sea, el tiempo del personaje es pura confusión sexual y en cierta medida es una paráfrasis de la Trilogía sucia de la Habana de Pedro Juan Gutiérrez. Quizás la intención que esgrimo del texto es incorrecta, o quizás es cierta y en realidad lo que Cardona realizó fue una pobre materialización de dicho concepto.
Por otro lado apunta la publicación en El Nuevo Día que “[e]l tono de la escritura, por otra parte, es pretensioso y grandilocuente. Se recurre a menudo a frases contundentes –sentencias- que dejan perplejo al lector.”
Las sentencias existen, están allí, lea y las evaluará. Entiendo que la realidad de Cardona era establecer que esa era la naturaleza de su personaje, un idiota que se quedó sin los sueños pero con las manos repletas de reflexiones vacías. Sufre la pérdida a razón de que el materialismo marxiano lo deja en la hecatombe: A Miguel el capitalismo lo venció, sus ideas se hicieron excremento, no le queda nada más en la vida que el sexo, los pensamientos “perla” y una historia absurda que contar sobre como recurrió al enigmático muro para saciar ese vacío. Por lo menos esa es mi impresión; sin embargo, recalco que la visión de la Profesora no está, para nada, separada de la realidad. Lo cierto es que Cardona pudo haber pulido su estilo, o por lo menos pudo haber presentado una excelente idea sin tener que rayar en la frontera resbaladiza del snob.
Concluyo, para no redondear mucho (y considerando la premura de que tengo una clase de Derecho Notarial en las costillas a la vuelta de la esquina) que la obra de Cezzane es imperfecta. ¿Cuál no lo es? Sin embargo, supera a otros textos, incluso de algunos que se hacen llamar “profesores” y supuestamente enseñan como “escribir” narrativa o quizás de aquellos que encuentran juicioso hacer literatura teniendo como base películas pornográficas sumadas a la trillada canción 40 y 20.
La Dra. Carmen Dolores Hernández seguirá siendo una “dura” en la materia, sin embargo, yo me mantengo en el banco, y solo me sacan a jugar el partido de vez en cuando. Ella tiene el nombre y la experiencia para apuntar sus cañones a los libros que quiera, en cambio yo, pobre lector ocupado, me limito a mencionar lo bueno y a saber que es mejor figar de vez en cuando un libro aún cuando hayan otros que me produzcan ganas de torturarlos y exponer sus pobres vísceras a los ojos de los demás con un cartel que indique: ¡CUIDADO... AQUÍ YACE, LACERADO, EL ANIMAL DE LA MALA LITERATURA!
Adjunto el texto original de la Profesora Carmen Dolores Hernández para que evalúen los comentarios. Me alegro, pues dialécticas como esta forjarán un mejor acercamiento a la literatura de Puerto Rico.
La revista
12 de septiebre de 2010
Juventudes encontradas... en Puerto Rico
La prisa es mala consejera a la hora de publicar, como lo demuestra esta novela
Por: Carmen Dolores Hernández
La velocidad de lo perdido
Cezanne Cardona
San Juan: Terranova Editores, 2010, 255 pp.
La prisa es mala consejera, especialmente si de publicar un libro se trata. Esta, por ejemplo, es una novela que hubiera mejorado con más pensamiento y trabajo, con más dirección. No queda claro hacia adónde va y qué se propone el novelista. Tal como está, carece de interés; carece incluso –en algunos pasajes- de corrección (algo que se hubiera podido subsanar fácilmente en la fase de la edición).
...
El contenido erudito –todo sea dicho- le cede el campo rápidamente al sexual. Esta es una novela que abunda en sangre, secreciones y semen. No se trata sólo de la muchacha muda, Silencia, a quien conoce Miguel tan pronto baja del avión en Berlín. Su universo sexual es ciertamente variado. En el texto empieza con la azafata del avión en el que viaja y con los recuerdos frecuentes –sin ahorrar pelos y señales- de su relación con Milena, la argentina que lo instó a viajar a Berlín para que encontrara, según dice él mismo, “el fracaso que necesitaba para convertirme en escritor”. Figura asimismo en la acción la que tuvo de índole sexual con una condiscípula de la UPR, Malva, en la que interviene también su amigo chileno, Ernesto, y la de éste en París con una niña. Tan repetitivos y gráficos son los pasajes sexuales que cabría preguntarse si se utilizan como recurso para ampliar la lectoría de la novela. No parecen tener muchas otras justificaciones.
El tono de la escritura, por otra parte, es pretensioso y grandilocuente. Se recurre a menudo a frases contundentes –sentencias- que dejan perplejo al lector. “El oído está hecho para la pérdida”; “…detrás del mostrador había un carnaval de sonrisas, de abrazos, de aplausos sin música; la misma algarabía que se supone que tienen los que saben apreciar todas las revoluciones perdidas”; “las despedidas viven del vacío de las manos”; “Sus senos eran escasos, pero necesarios. Era esbelta y para ser alemana tenía las caderas anchas como si su cuerpo fuera más de una vez”; “…las vergas grandes … y las ventanas son sentimientos sobrevalorados”. Nos encontramos a menudo con tales “perlas” en el resbaladizo camino de esta lectura.
... Esperábamos algo mejor de un narrador que ha probado ser muy buen cuentista. La prisa es, sin duda, muy mala consejera.
Confieso que no soy quien para dirimir con la excelsa figura de la crítica isleña. Sin embargo, ante el seguro embate que le darán a mi humilde sección radial, me veo en la obligación de exponer las razones por las cuales mi lectura de La velocidad de lo perdido de Cezzane Cardona se muestra en abierta pugna con lo expresado en La Revista, del rotativo El Nuevo Día.
Vale decir que no estoy ni con el título, ni con la experiencia que tiene la Profesora para pasar los ojos sobre las hojas. Yo apenas comienzo una carrera un tanto fragmentada, mientras ella es una exquisita fuente de información literaria y cultural, con la cual, lo admito, muchas veces estudio para estar al tanto de lo que ocurre en el quehacer literario del país. De eso no hay nada malo. No obstante, ¿por qué la crítica apunta a dos nortes distintos?
Indica la publicación de la Profesora que “[n]o queda claro hacia adónde va y qué se propone el novelista. Tal como está, carece de interés; carece incluso –en algunos pasajes- de corrección (algo que se hubiera podido subsanar fácilmente en la fase de la edición).”
Soy del parecer que la Dra. Carmen Dolores Hernández estriba en un planteamiento cierto, un tanto incisivo y curiosamente se plantea como una introducción fuertísima hacia lo que será su lectura de La velocidad de lo perdido. Pero, ¿a qué se debe el que no haya hecho mención de semejantes observaciones en mi sección? Lo primero es que no estoy en la posición de acribillar a ningún escritor que aparece en mi espacio. Es una falta de respeto el que, luego de que me haya perdido entre los estantes de libros (luego de que ninguna editorial se dignara en llevar sus textos a la estación), opte por criticar una obra que en el primer esfuerzo pude haberla dejado tranquila en el estante. O sea, el crisol que utilizo se basa en varios factores: Fecha de publicación, análisis comparativo de otras publicaciones a la mano y, tristemente confieso, cuanto puede aguantar mi pobre bolsillo para la adquisición de estas obras. Como ven estoy anquilosado de primera mano.
Es manifiesto que lo que se publica día a día es poco, no puedo exigir que la producción literaria puertorriqueña lleve cierta “velocidad”. Por otro lado, no todo lo que sale tiene la misma calidad que uno espera. Forzoso es concluir que opuesto a lo que uno desearía, uno se conforma con lo que hay y, dentro de “lo que hay” existen elementos buenos y malos.
Por otro lado, los criterios a la hora de redactar mi sección son estrictamente los “usuales” y por lo tanto me los reservo.
¿Qué pinta La velocidad de lo perdido en todo esto?
Sencillo, de entre las obras que estuve leyendo, sobrepasa a otras que seriamente dudo que la Profesora considere agradables. No voy a mencionar sus títulos. No estoy para ser enemigo de nadie. Cada cual será juzgado por sus lectores.
Indica Carmen Dolores Hernández que “[t]an repetitivos y gráficos son los pasajes sexuales que cabría preguntarse si se utilizan como recurso para ampliar la lectoría de la novela. No parecen tener muchas otras justificaciones.”
Considero que es un señalamiento cierto, la novela explota el uso de esos elementos. No obstante, ¿por qué el autor se vale de ellos? Me parece que la expresión sexual conlleva cierta pérdida y, sin entrar en las disquisiciones teóricas de rigor literario, el sentido de marginalidad isleña que presenta Rodríguez Julia mezclado con la sinfonía de La Guaracha del Macho Camacho, son los caracteres representativos que Cardona presenta en su obra. O sea, el tiempo del personaje es pura confusión sexual y en cierta medida es una paráfrasis de la Trilogía sucia de la Habana de Pedro Juan Gutiérrez. Quizás la intención que esgrimo del texto es incorrecta, o quizás es cierta y en realidad lo que Cardona realizó fue una pobre materialización de dicho concepto.
Por otro lado apunta la publicación en El Nuevo Día que “[e]l tono de la escritura, por otra parte, es pretensioso y grandilocuente. Se recurre a menudo a frases contundentes –sentencias- que dejan perplejo al lector.”
Las sentencias existen, están allí, lea y las evaluará. Entiendo que la realidad de Cardona era establecer que esa era la naturaleza de su personaje, un idiota que se quedó sin los sueños pero con las manos repletas de reflexiones vacías. Sufre la pérdida a razón de que el materialismo marxiano lo deja en la hecatombe: A Miguel el capitalismo lo venció, sus ideas se hicieron excremento, no le queda nada más en la vida que el sexo, los pensamientos “perla” y una historia absurda que contar sobre como recurrió al enigmático muro para saciar ese vacío. Por lo menos esa es mi impresión; sin embargo, recalco que la visión de la Profesora no está, para nada, separada de la realidad. Lo cierto es que Cardona pudo haber pulido su estilo, o por lo menos pudo haber presentado una excelente idea sin tener que rayar en la frontera resbaladiza del snob.
Concluyo, para no redondear mucho (y considerando la premura de que tengo una clase de Derecho Notarial en las costillas a la vuelta de la esquina) que la obra de Cezzane es imperfecta. ¿Cuál no lo es? Sin embargo, supera a otros textos, incluso de algunos que se hacen llamar “profesores” y supuestamente enseñan como “escribir” narrativa o quizás de aquellos que encuentran juicioso hacer literatura teniendo como base películas pornográficas sumadas a la trillada canción 40 y 20.
La Dra. Carmen Dolores Hernández seguirá siendo una “dura” en la materia, sin embargo, yo me mantengo en el banco, y solo me sacan a jugar el partido de vez en cuando. Ella tiene el nombre y la experiencia para apuntar sus cañones a los libros que quiera, en cambio yo, pobre lector ocupado, me limito a mencionar lo bueno y a saber que es mejor figar de vez en cuando un libro aún cuando hayan otros que me produzcan ganas de torturarlos y exponer sus pobres vísceras a los ojos de los demás con un cartel que indique: ¡CUIDADO... AQUÍ YACE, LACERADO, EL ANIMAL DE LA MALA LITERATURA!
Adjunto el texto original de la Profesora Carmen Dolores Hernández para que evalúen los comentarios. Me alegro, pues dialécticas como esta forjarán un mejor acercamiento a la literatura de Puerto Rico.
La revista
12 de septiebre de 2010
Juventudes encontradas... en Puerto Rico
La prisa es mala consejera a la hora de publicar, como lo demuestra esta novela
Por: Carmen Dolores Hernández
La velocidad de lo perdido
Cezanne Cardona
San Juan: Terranova Editores, 2010, 255 pp.
La prisa es mala consejera, especialmente si de publicar un libro se trata. Esta, por ejemplo, es una novela que hubiera mejorado con más pensamiento y trabajo, con más dirección. No queda claro hacia adónde va y qué se propone el novelista. Tal como está, carece de interés; carece incluso –en algunos pasajes- de corrección (algo que se hubiera podido subsanar fácilmente en la fase de la edición).
...
El contenido erudito –todo sea dicho- le cede el campo rápidamente al sexual. Esta es una novela que abunda en sangre, secreciones y semen. No se trata sólo de la muchacha muda, Silencia, a quien conoce Miguel tan pronto baja del avión en Berlín. Su universo sexual es ciertamente variado. En el texto empieza con la azafata del avión en el que viaja y con los recuerdos frecuentes –sin ahorrar pelos y señales- de su relación con Milena, la argentina que lo instó a viajar a Berlín para que encontrara, según dice él mismo, “el fracaso que necesitaba para convertirme en escritor”. Figura asimismo en la acción la que tuvo de índole sexual con una condiscípula de la UPR, Malva, en la que interviene también su amigo chileno, Ernesto, y la de éste en París con una niña. Tan repetitivos y gráficos son los pasajes sexuales que cabría preguntarse si se utilizan como recurso para ampliar la lectoría de la novela. No parecen tener muchas otras justificaciones.
El tono de la escritura, por otra parte, es pretensioso y grandilocuente. Se recurre a menudo a frases contundentes –sentencias- que dejan perplejo al lector. “El oído está hecho para la pérdida”; “…detrás del mostrador había un carnaval de sonrisas, de abrazos, de aplausos sin música; la misma algarabía que se supone que tienen los que saben apreciar todas las revoluciones perdidas”; “las despedidas viven del vacío de las manos”; “Sus senos eran escasos, pero necesarios. Era esbelta y para ser alemana tenía las caderas anchas como si su cuerpo fuera más de una vez”; “…las vergas grandes … y las ventanas son sentimientos sobrevalorados”. Nos encontramos a menudo con tales “perlas” en el resbaladizo camino de esta lectura.
... Esperábamos algo mejor de un narrador que ha probado ser muy buen cuentista. La prisa es, sin duda, muy mala consejera.
La velocidad de lo perdido de Cezzane Cardona
La velocidad de lo perdido
Cezzane Cardona
Terranova
Páginas 260
La velocidad de lo perdido de Cezzane Cardona es una novela nueva en el panorama literario puertorriqueño, llena de astucia narrativa y sentido histórico político. Esta es la primigenia obra extensa de un autor joven con un futuro muy, muy prometedor en al narrativa isleña.
Curiosamente La velocidad de lo perdido se centra en el tema de Berlín, ciudad ecléctica y marcada por el sinsentido político hasta el desplome del símbolo mundial del Berliner Mauer. El debate entre el mundo capitalista y el socialista se inserta en el personaje principal, un maduro académico que, según su parecer, está destinado al fracaso literario. Sin embargo, lo que asombra de esta novela no es la manera en que un autor puertorriqueño domina la imprescindible controversia ideológica que ha perdurado hasta el presente, sino como una voz narrativa fina y flexible se maneja entre los adjetivos precisos y las citas constantes a textos esenciales de la literatura internacional.
La velocidad de lo perdido narra las vicisitudes de un viajero antillano que se entrelaza con otros coloridos residentes de la Berlín, post caída del muro. Fetos de novelistas, prostitutas, escultoras mudas, amantes ninfomaníacas y estrellas pornográficas se mezclan con la crítica a la lucha estudiantil del Recinto de Río Piedras en pro del socialismo y el debate entre la academia y la creatividad.
Cezzane Cardona ha cumplido con el único mandamiento que exige la literatura, el leer. Su estilo moderno y cadencioso guarda una mezcla extraña entre Rodríguez Julia y Luis Rafael Sánchez. Parecería exagerar, pero lo cierto es que el ojo juicioso comprenderá que La velocidad de lo perdido supone un nuevo marco artístico, mucho más influenciado por el mundo europeo que por el estadounidense.
Pocas veces se ve una novela como esta en nuestras librerías. Capaces de obligar a hacer una lectura lenta y minuciosa, que obliga a repasar la historia y los ideales políticos. En definitiva, esta novela puede clasificarse como una que emerge luego de la experiencia de la Huelga Universitaria del 2010. Cardona expresa en ella una mirada reflexiva a un Berlín que marcó la historia del mundo, su personaje es la encarnación del impacto del comunismo europeo, ya enflaquecido por sus enemigos, en la conciencia antillana.
Le recomiendo La velocidad de lo perdido a aquellos amantes de la literatura nueva. No obstante será devorada también por curiosos de los temas políticos, la historia y la filosofía.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Hoy, Puerto Rico tiene que lamentarse
Fuera de las líneas partidarias, fuera de los vejámenes, de las estirpes…
Don Mari Bras se nos fue. No obstante, para algunos imberbes, acólitos del hito anexionista, esto es un logro. “Uno menos entre los socialistas”, oí decir.
Pero NO es así, Don Mari era un intelectual de primer orden. De los pocos hombres que aún conservaban la extraña vena de las letras en todas sus vertientes: Derecho, Literatura, Periodismo y Crónica.
Hace unos cuatro años, durante el comienzo de la “Crisis económica de 2010”, tuve que recurrir a la fuerte labor de la albañilería junto con mi abuelo para poder sobrevivir. Me levantaba a las 5:00 de la madrugada para cruzar la carretera núm. 2 y llegar a Mayagüez. De entre los lugares donde tuve que estar “dando pala” se encontraba el barrio Cerro de las Mesas. Recuerdo que durante aquellos días mientras sudaba como un animal ante el embate del calor antillano, Don Mari surcaba la carretera entre dos y cuatro veces al día en su guagua color verde. Para aquel entonces tenía 79 años, era un hombre fuerte, atento y sobre todo sonriente.
Cada vez que se detenía a ver los trabajos, registraba todo con aquellos enormes ojos claros y enseñaba una dentadura nacarada. No se burlaba de nuestras vicisitudes de obreros de la tierra sino que la aplaudía. Muchas veces me quedé atónito ante aquella soltura. Sin duda alguna esa era la sonrisa de un hombre libre. Meses después decidí ser abogado.
Tiempo después de aquella experiencia, mi tía se graduaba de la Facultad de Derecho Eugenio María de Hosto. Don Mari se mantuvo sentado mientras los demás lanzaban confeti y celebraban; yo, curioso al fin, me acerque a Don Mari, le tomé las fotos de rigor a mis familiares y cuando tuve mi momento me senté al lado del prócer diciendo: “Hola Profesor Mari Bras, soy un admirador suyo…” El resto es historia.
Sépase, que en el día de hoy Don Mari no descansa en paz, su lucha sigue, y creo sentirlo todavía con aquella sonrisa bajo los ojos claros que miraban al cielo.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Insultos Bonitos y otros Excursos (Segunda Parte)
*
Soy de la zona Oeste. ¡Qué orgullo! Parece que son pocos los que aceptan el matiz cultural que tiene esta esquina de la Isla. Desde Laguerre, De Diego, Hostos, Betances, Ruiz Belvis…hasta Cuco, el que barre las calles con la religiosidad del “servicio” que sólo los próceres tienen. (Dolorosamente aceptando que pocos de mis compueblanos hayan leído aunque sea La llamarada)
Soy de la zona Oeste. ¡Qué orgullo! Parece que son pocos los que aceptan el matiz cultural que tiene esta esquina de la Isla. Desde Laguerre, De Diego, Hostos, Betances, Ruiz Belvis…hasta Cuco, el que barre las calles con la religiosidad del “servicio” que sólo los próceres tienen. (Dolorosamente aceptando que pocos de mis compueblanos hayan leído aunque sea La llamarada)
Recientemente he tenido que aceptar que ahora esto se tiene que llamar “Porta del Sol”. Suena algo bonito, no me acomplejo. Es decir, fue como aceptar que Carlos Méndez mantuviera lo de “Jardín del Atlántico”. Ahora tenemos que lidiar con que Mayagüez es “Capital del Deporte y la Cultura”.
No voy a incursionar en los asuntos del área Sureste, donde el pobre de Luis Palés tendrá que lidiar con “Downtown Guayama”.
Sin embargo, por mérito de mi matrimonio con una Pepiniana que vive a 4 minutos de Lares, tengo que sentirme, es más, acongojarme ante la ideíta novel del lareño:
“Lares…ciudad de los cielos abiertos”
Aaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh. Me llena de orgullo.
No sólo porque el mensaje es una revelación divina. No que va. Sino porque ahora sé que los cielos se rajan y se abren. Un día de estos veremos los anillos de Saturno a través de la raja celeste.
De ninguna manera quiero que piensen que soy contrario a las frases estadounidenses, mejor decir, angloparlantes. “Open skies” es una buena frase.
Sólo resta consultar al pueblo de Lares, quizás no digan nada, o quizás sólo den un GRITO.
*Había tenido unas ganas inmensas de escribir esta columna; no obstante, a pesar de haber visto las banderas de Lares desplegadas en diferentes hogares, no tenía en mi poder una foto que capturara la iniciativa. Por otro lado, esa hermosa casa que divaga entre los colores Púrpura y Rosado se encuentra en la Carr. Enrique Laguerre #111, cerca de donde vivía mi esposa. Al dueño le recalco que tiene una casa preciosa, como para “sentarse a hacer literatura”.
domingo, 5 de septiembre de 2010
Programa Especial en Radio Universidad de Puerto Rico
Las elecciones para la presidencia del Ilustre Colegio de Abogados de Puerto Rico están a la vuelta de la esquina…PERO:
El periodista y estudiante de Derecho Nelson Vera Santiago te espera a través del 89.7FM SAN JUAN y el 88.3FM MAYAGÜEZ.
¿Quiénes son los cándidatos?
¿Cuáles son sus propuestas?
¿Cómo piensan dirigir el Colegio?
¿Cuáles son sus propuestas?
¿Cómo piensan dirigir el Colegio?
Estas y otras interrogantes serán discutidas en un programa especial de HOY EN LAS NOTICIAS este próximo LUNES 6 DE SEPTIEMBRE DE 7:00am a 8:00am.
El periodista y estudiante de Derecho Nelson Vera Santiago te espera a través del 89.7FM SAN JUAN y el 88.3FM MAYAGÜEZ.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)