Para el texto completo, visita: http://revistacruce.com/letras/espiando-la-revolucion.html
Para comenzar un escrito como este,
sólo basta mencionar un nombre para que la comunidad de lectores haga satélites
alrededor del tema: Francisco “Pancho” Villa. No más mencionarle aguza los
sentidos, se crea una reproducción de la iconografía que arrastra cada letra de
su nominal. Brotan en un lado y otro el espeso bigote, el fieltro, o quizás un
pistolete color plata apuntado hacia el cielo y detonando cuanta cosa haya allá
arriba, como si tratase de montarle la guerra incluso a lo divino.
Pero, transliterando el dicho caribeño
de nuestra ciudad sureña: “Pancho es Pancho y lo demás es Revolución”. Porque
qué sería él si estuviese sólo, sin Carranza, sin Plutarco Elías Calles, sin
los latifundios, sin la batalla de Cristeros, en fin, qué sería sin los miles
de mexicanos que avanzaron cargando su tristeza, su falta de educación, su
hambre y una pistola en el bolsillo bajo la consigna “No a la reelección”.
Para los curiosos, siempre es bueno
pensar que para todo (para casi todo) hay un librito y, en este caso, sobre la
Revolución mexicana hay muchos. Empero, esta ocasión es para centrar esfuerzos
en Por el ojo de la cerradura: Una mirada
más allá de la Revolución mexicana, una colección de ensayos coordinada por
la Dra. Herminia Alemañy Valdez en la cual se desata un tema tan abarcador y
complejo, que a su vez puede clasificarse como determinante y latente: la
Revolución mexicana.
En estos 7 ensayos se explora el
tema de la Revolución con un lente juicioso y analítico en donde no escapan de
su crisol la literatura, filosofía, economía y política. Por lo demás, este
texto brilla por su claridad y entereza académica en el cual no se exagera ni
se mitifica la Revolución, sino que se desmenuzan sus elementos y gestores
culturales. También se deshilan las particularidades de sus desarrolladores
artísticos.
A priori, el libro enfatiza que el
acercamiento a la Revolución es uno activo en donde el elemento de estudio aún
fecunda aquí y allá, proveyendo materia prima para artistas que a estas alturas–
a 100 años de las balas y la sangre – siguen observando este fenómeno político
y social latinoamericano. Así, existe una armonía entre los ensayistas en
cuanto a que la Revolución acapara México y no cede ante los límites
geográficos y jurisdiccionales de ese inmenso país.[1]
No obstante, todos los ensayos se
ocupan nítidamente de lo mexicano, dibujando los contornos para analizar el
impacto de la Revolución en torno a la creación de una historia, un ideario
popular y una iconografía que aún se presta a la formulación de preguntas. De
esta forma, el texto lleva al lector a hilar argumentos en cuanto al impacto de
la insurrección en torno a los problemas económicos del momento así como sus
repercusiones en la literatura, la pintura y la política. Además, se antepone
la verdadera materia de análisis en cuanto a la creación de una lista que
recoge sobre 300 piezas que incluyen novelas, tratados filosóficos, poemas,
pinturas (murales), memorias y documentos históricos. No queda duda de que el
libro escarba las fibras del por qué y el cómo la Revolución mexicana movió los
engranajes para la producción creativa en los mexicanos.
Para no asediar y– mucho más
importante –no develar todo el libro de un solo plumazo, aguzo la lectura de
sólo tres de los ensayos que se encuentran en la colección. No porque sean más
lustrosos que sus homólogos sino para salvaguardar la expectativa de la
totalidad de la lectura.
El primero de los trabajos que
resaltamos analiza la temática de marras en el contexto de la novela
revolucionaria y su concatenación hasta la década del 1960. El ensayo glosa,
específicamente, a Elena Poniatowska y su Hasta
no verte Jesús mío. Este ejercicio, elaborado por María Rita Plancarte
Martínez, identifica un tema neurálgico a la hora de analizar la producción
narrativa acaecida a raíz del tema de la Revolución: ¿hasta dónde se lleva a
ficción los verdaderos partícipes del
evento? ¿En qué momento la voz del escritor– y su filtro
creativo/artístico –silencia al sujeto? O, con más relevancia, ¿en qué medida el
exponente se ha adueñado de las memorias, voces, sufrimientos y vivencias del
sujeto en aras de la creación literaria?
En este trabajo Plancarte Martínez
desmenuza el proceso creativo de Hasta no
verte Jesús mío y cuestiona los elementos con los cuales la autora se valió
de una partícipe de la Revolución para crear un personaje para su novela.
También, este trabajo brilla por demostrar, en el primer turno al bate, que la
participación femenina en la Revolución fue activa y esencial.
El segundo ejemplar es una lectura
mucho más biográfica así como bibliográfica. Se trata del ensayo “Antonio Caso
y José Vasconcelos: La filosofía en la época de la revolución mexicana
(1910-1920)” de Raul Trejo-Villalobos. Aquí se elabora la importancia de la
producción filosófica de mexicanos que participaron en la Revolución y la
manera en que estos determinaron que, en conjunto con un movimiento social de
reforma, debía existir también una innovación en el pensamiento. En este
ejemplar, Trejo-Villalobos no solo logra hacer una nutrida glosa de los autores
estudiados sino que logra armonizar la manera de ensayarlos a pesar de sus
diferencias filosóficas y hasta de credo (uno de ellos era ateneísta y el otro
el creador del llamado indigenismo).[2]
A través del crisol de la Revolución estos dos grandes del pensamiento mexicano
se entrecruzan en el texto con una facilidad exclusiva.
El tercero de los trabajos que
resaltamos es el de la propia coordinadora, la Dra. Herminia Alemañy-Valdez.
Empero, no por favoritismos ni particularidades imparciales, sino porque el
emprendimiento que su ensayo adopta es quizás uno de los saltos más
importantes– no por menos difícil –en torno a los estudios sobre la novela de
la Revolución mexicana. Su ensayo establece tres supuestos que son de suma importancia:
·
Analizar las diferentes
teorías en torno al lapso de tiempo (periodo) que duró la Revolución en sí.
·
La creación de un
fichero bibliográfico sobre los estudios acerca la novela revolucionaria.
·
La definición de los
mínimos denominadores o clasificadores que tiene ese maleable concepto
denominado “novela de la revolución”.
Tomando las cosas con pinzas pero
sin revelar el secreto, Alemañy se aventura a desarrollar un esquema tripartito
del género de la novela que lleva como espina dorsal (o como simple mención) la
Revolución. Esta aportación es, sin lugar a duda, una fuente para futuras
investigaciones académicas o profesionales sobre el tema.
En baso a lo expuesto Por el ojo de la cerradura: Una mirada más
allá de la Revolución mexicanase presenta como un texto sumamente
enriquecedor para el experto deseoso de analizar las nuevas tendencias
investigativas en torno a la revolución. No obstante, el libro no excluye a
aquel novato en el tema que desee explorar algunas muestras del impacto que
este evento tuvo en la nación mexicana.
[1] Referencias para esta aseveración se pueden auscultar en los
diversos estudios que posicionan el evento de la Revolución, o los acaecidos
posterior a la lucha armada, en relación directa con los gobiernos de la
antigua Unión Soviética y las tendencias discutidas en las diferentes versiones
de la Internacional Socialista.
[2] Debe acotarse que ambos eran reaccionarios ante el positivismo.
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