Tomado de http://amazingezone.com/paintings/magical-realism-surrealistic-paintings-by-tomek-setowski-from-poland/ |
Esta publicación se separa de sus homólogas por su alto
contenido fantástico y mágico-realista lo cual apela a la juventud deseosa de
una literatura que se asemeje a los clásicos de aventura. El lector atento se
dará cuenta de las influencias de los clásicos como The Hobbit, Alicia
en el País de la Maravillas, El rey Arturo y las historias de los hermanos
Grim.
Por
otro lado, la ecuación se balancea con los atisbos de imágenes prestadas de
Borges, Cortázar, García Márquez y otros más afines a la alta cultura literaria.
De esta forma no podemos negar que El Oneronauta se encuentra en un espacio de
esferas concéntricas. Así, toma prestado de la fantasía y de la literatura
clásica para llevarnos a un mundo pocas veces trabajado en la literatura
puertorriqueña.
Acevedo
es un escritor meticuloso, que cuida su sintaxis y sus estructuras de
narración. No hay duda de que para ser una publicación de una editorial
emergente tiene una edición simplemente envidiable.
Por lo
demás, en el texto se presenta una exaltación de lo onírico y un repudio al
fundamentalismo religioso. La obra eslabona estos elementos con la liberación
sexual del personaje a la vez que resalta la división de un mundo mágico de
sueños y una cruda realidad. En este aspecto, Acevedo desarrolla una especie de
Fantastique según clasificada por el teórico Todorov.
La
novela abre camino a una nueva generación de lectores y tal vez se presente
como una contestación a publicaciones pequeñas a razón del costo de producción.
Por otro lado, no le faltan detalles capaces de ser analizados por la
sicología, los estudios de culturales y la teoría queer.
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