martes, 28 de junio de 2011
Sección de Crítica de Libros: Las Facultades de Aravind Enrique Adyanthaya
Las Facultades
Aravind Enrique Adyanthaya
Concepción 8
116 páginas
La Facultades es una pieza teatral ecléctica y experimentadora del dramaturgo Aravind Enrique Adyanthaya. La obra desenvuelve los avatares de una familia tipo clase media que lidia con las diferentes fuerzas extrasensoriales que posee.
La pieza se divide en 15 actos los cuales son, en sí, los diferentes poderes que arropan a los diversos miembros de la familia. Entre estas facultades se destacan el Mentalismo, la Audición, la Astralidad, el Vampirismo, la Levitación, la Nigromancia y la Bilocación, entre otros.
La obra de Adyanthaya se ha caracterizado por explorar los contornos de la psiquis humana incluso hasta llegar al borde del desquicio. Las facultades opera como un ejemplo de la poderosa capacidad de invención del autor y su compleja ironía al presentarnos a una familia que en su seudo-normalidad sólo participa de lo fantástico.
Los personajes presentan una complejidad espesa. De esta forma nos topamos con unos microdioses en acción. Magda, la madre, quiere el deseo de su hijo, Paco, su esposo, desea cambiarse el sexo para satisfacer más a su pareja. Por otro lado, Brian James, el hijo, quiere definirse sexualmente a través de sus padres y el Abuelo desea casarse con su descendencia. De entre estos ejemplos se destacan los personajes del Servidor y la Nena. El primero es un sirviente que conspira con aniquilar a sus amos y la segunda es un personaje perturbador que no se sabe bien sus motivos sino hasta el final de la pieza.
Las Facultades presenta su trama con un verbo de corte posmodernista y de vanguardia donde predomina la crítica a la sociedad modernizada, la religión y los arquetipos familiares. Además, en todo el texto aflora un fuerte sabor a muerte que va desde los diálogos de los personajes hasta los montajes de la escenografía.
Hay que recordar que la obra teatral es literatura que tiene como fin la representación. Ante tal supuesto, no cabe duda de que Adyanthaya explota los recursos y deja al lector con la extraña sensación de confundir el teatro con la narrativa.
Fluyen en la presentación la necesidad de efectos especiales, iluminación e incluso hasta el uso de carne cruda.
Aravind Enrique Adyanthaya, se separa de su antigua apuesta narrativa en torno al pueblo de Lajas. Esta vez el autor convoca los demonios internos de cada lector e incluso de cada espectador.
Las Facultades es una obra corta, en una edición que incluye su traducción al inglés. Esta pieza gustará a los amantes de lo excéntrico y lo experimental, al estilo de House of Leaves. No obstante, es un reto llevarla a escena, pero sobre todo un reto prometedor.
jueves, 23 de junio de 2011
Convocatoria*
Puedes enviar tus textos a la Sección de Crítica de Libros
de Nelson E. Vera Santiago a la siguiente dirección:
Apartado 21305
San Juan, PR 00931-1305
(De izquierda a derecha: Santiago Gamboa, Guadalupe Nettel, Nelson Vera Santiago y el Lcdo. Hiram Sánchez Martínez/Foto de Letra2 Editores)
Sección de Crítica de Libros: Esa antigua tristeza de José Borges
Esa antigua tristeza
José Borges
Terranova Editores
167 páginas
Esa antigua tristeza de José Borges es una novela innovadora en el campo de la narrativa puertorriqueña.
A poco tiempo de la llamada crisis de la Gripe AH1N1 y el eventual pánico por los brotes de Cólera en la República Dominicana, esta novela centra su argumento en la multiplicidad de ficciones que pueden ocurrir en esos contextos.
En esta novela se cuenta el choque de realidades entre dos personajes muy disímiles: Brommer y Eleazar. El primero es un joven casado que trabaja para una compañía multinacional que por obra del destino es enviado a tomar unos talleres en el exterior. El segundo es un intrigante sujeto sin historia ni muchos recuerdos que es recogido de la calle por miembros de la misma compañía.
José Borges presenta una novela un tanto ecléctica. Al principio, la trama tiende a correr de forma lenta. Sin embargo, el libro esconde demasiados secretos que poco a poco serán develados por Brommer y el propio lector.
Esa antigua tristeza recoge una narrativa limpia y de verbos sencillos al estilo post Hemingway a la vez que centra sus esfuerzos en mantener un clima de sospecha e intriga a lo largo de su trama.
Borges no se limita a las teorías de la conspiración, la experimentación científica y las armas biológicas sino que lleva la ecuación al máximo al añadirle el tema de lo religioso en algunos lapsos de la obra.
La lectura es sumamente rápida. Esa antigua tristeza se le escurrirá entre los dedos en unas dos horas. Este elemento obedece un tanto a la biografía de su autor quien se ha caracterizado en esta década por sus micro-relatos.
Borges obedece en este libro el llamado de su mentor Luis López Nieves. En puridad, Esa antigua tristeza es un libro que vence las fronteras del litoral puertorriqueño e inserta una trama rápida y cautivadora en un contexto no criollo.
La novela será un libro excitante para los jóvenes deseosos de una literatura sin sobrecargos, con una historia increíble y de lectura sencilla.
Luego de Cadáver Exquisito de Rafael Acevedo esta novela sienta sus bases como uno de los mejores relatos de ciencia ficción en los estantes puertorriqueños.
martes, 14 de junio de 2011
Sección de Crítica de Libros: El tiempo de los escarabajos de Ángel Antonio Ruiz Laboy
El tiempo de los escarabajos
Ángel Antonio Ruiz Laboy
Erizo Editorial
68 páginas
Khepri era una deidad del antiguo Egipto que simbolizaba el sol. Los egipcios desarrollaron la creencia de que la bola de fuego era empujada por el dios. En similar manera, el escarabajo del desierto empujaba una bola de materia muerta donde luego depositaría sus huevos. Este animal pasó a ser parte del culto al tiempo y al sol a la vez que simbolizaba la filosofía de Khepri. No obstante, toda esa figura mitológica fue sustituida por el dios del sol Ra.
Todo este misticismo se encuentra en el poemario El tiempo de los escarabajos de Ángel Antonio Ruiz Laboy. En él se le da culto al paso de la noche al día, o sea de la muerte a la resurrección del sujeto poético.
Ruiz utiliza la metáfora del escarabajo quien, según la mitología egipcia, simboliza la circularidad del tiempo, el renacer y la relación de la vida y la muerte. Sin embargo, el poeta arropa todo este concepto desde una escritura depurada, con una cadencia al estilo del verso clásico.
Ruiz Lamboy nos presenta unos versos muy trabajados donde desarrolla la metáfora de la piel como testigo del amor y el deseo como fuente inagotable de dolor y ausencia.
El tiempo de los escarabajos esconde entre sus líneas el ascetismo de Matos Paoli con la tristeza y melancolía de César Vallejo.
El poemario se divide en tres partes nominadas: migraciones, retornos y relicarios. En ellas el poeta se trabaja a si mismo cual si fuera un verso y nos explica el por qué la poesía se mueve, lo abandona y luego regresa a su ser como un objeto de valor cuasi religioso.
La apuesta de Ruiz Laboy vence por mucho su antigua colección de versos. Esta vez el autor ha pulido su arte y nos regala poemas que cargan la fluidez y la soltura de todo un vetereano versista.
Lo poemas se presentan mayormente en cuartetos y adoptan un discurso casi de confesionario. Los versos de Ruiz Laboy llevan al lector de la mano a través de una espesa melancolía que habla sobre la soledad, el sexo, la añoranza y la reconstrucción del ser luego del abandono. Abundan también las referencias a las huellas de los amores en la piel y al tiempo como agente de la poesía.
No en vano el profesor Daniel Torres comparó la obra de Ruiz Laboy con la de Cavafis, César Vallejo, José Lezama Lima, Severo Sarduy y Manuel Ramos Otero, entre otros. Sin lugar a dudas este es un poemario que debe ser leído tanto por los amantes de los clásicos como por la juventud puertorriqueña.
El tiempo de los escarabajos de Ángel Antonio Ruiz Laboy es uno de esos libros que nuestra historia literaria contemporánea llevaba pidiendo a gritos para los estantes de nuestras bibliotecas.
sábado, 11 de junio de 2011
En hora buena Don Ricardo...
Cateterismo a Ricardo Alegría fue un éxito
Espera regresar pronto a su residencia
Por ELNUEVODIA.com
En este momento don Ricardo Alegría se encuentra de buen ánimo y “loco por volver a su casa”, según cuentan personas allegadas a su familia.
Esto luego de que hoy en la mañana se le realizara de manera exitosa un cateterismo. “Se le colocó un ‘stent’ en una arteria coronaria. Alegría está alerta y descansando en espera de un pronto regreso a su residencia.
Agradecemos a todas las personas que se preocuparon por su estado de salud”, confirmó el rector del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (CEAPRC), Miguel Rodríguez López.
Alegría había sido dado de alta el pasado domingo luego de una hospitalización de nueve días a causa de un dolor de pecho. El pasado lunes en la mañana el malestar volvió y fue recluido nuevamente en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe en el Centro Médico en Río Piedras, al cuidado de médicos liderados por el doctor José Eugenio López y el doctor Carlos Giraud. Hoy en la mañana y luego de ponderar el tratamiento a seguir, los médicos realizaron la intervención.
“Anoche el se encontraba de muy buen ánimo, muy comunicativo, preguntando por el Museo, porque todos los proyectos estuvieran en orden. No para de pensar en sus proyectos dentro de su estado de salud”, comentó María Ángela López, directora del Museo las Américas, una de las decenas de instituciones culturales que Alegría fundó.
El prestigioso antropólogo, arqueólogo, historiador, promotor, educador y defensor de la cultura puertoriqueña cumplió el pasado 14 de abril, 90 años. Al momento no sólo se mantiene activo en proyectos de documentación histórica, sino que además tiene varios proyectos en agenda que acaparaban su interés como varios libros por publicar
miércoles, 8 de junio de 2011
Sección de Crítica de Libros: Bachata Rosa en tres tiempos de Jesús M. Santiago Rosado
Bachata Rosa en tres tiempos
Jesús M. Santiago Rosado
Publicación independiente
139 páginas
Bachata Rosa en tres tiempos de Jesús M. Santiago Rosado es un poemario de amor. Este libro marca la incursión del autor en la lírica puertorriqueña y llena de musicalidad la producción poética de este año.
La obra matiza como suya los versos de la canción “Bachata Rosa” del cantautor Juan Luis Guerra. O sea, a través de todo el libro estaremos escuchando el rítmico compás del famoso baile de tres tiempos de origen dominicano.
El texto consta de 34 poemas que se dividen en tres partes principales o “tiempos”. La primera se nomina “La piel deseada de la rosa”, la segunda se llama “Las espinas” y la tercera parte se titula “El sabor de la rosa”.
Al observar el macro de la construcción del libro Santiago Rosado nos regala una metodología del amor. La rosa es el sujeto del deseo y el poeta le cantará en diferentes tiempos que a su vez simbolizan las edades de la voz poética. De esta forma tenemos poemas seductores, poemas de añoranza, de deseo, frenesí y hasta versos escritos desde la juventud.
Primeramente la rosa se busca con fervor, por eso los primeros poemas serán sobre el tiempo, el desvelo y las ansias. Segundo nos encontramos con las espinas que protegen la flor y simbolizan los avatares del amor y sus sufrimientos. Aquí subyace el dolor de la distancia el cual sólo es aliviado por los versos del autor, el sonido de Juan Luis Guerra y un cigarrillo que con cada exhalación va apagando la esperanza.
La tercera parte culmina la transición del enamorado. Esta vez la poesía se torna en herramienta de peregrinación entre Miami y la ciudad de Los Ángeles. El poeta reconoce que la distancia es un argumento efímero para el ser humano y que un vuelo de horas y un viaje por una interestatal estadounidense son sólo apenas obstáculos nimios para la poesía.
El último poema revela que en realidad todo el poemario ha ocurrido en los dos primeros compases de la bachata. Cuando el poeta termina de escribir el libro, confiesa que la canción de Juan Luis Guerra ha culminado y que el tercer tiempo de la bachata está por venir. El lector se quedará absorto y no sabrá si el amor se perfeccionará en la relación física o si el autor pretende desarrollar otros escritos basándose en la intertextualidad.
Santiago Rosado se presenta en esta colección como un poeta de amor. Su obra está empapada de la “Bachata Rosa” la cual le da un sentido onírico a todo el texto. No hay duda de que lo mejor es leer el poemario junto con el arreglo musical de Juan Luis Guerra.
Bachata rosa en tres tiempos es un libro exquisito para los enamorados. Se lo recomiendo al público en general, aquellos deseosos de versos que orbitan entre Neruda y Gustavo Adolfo Bécquer. Yolanda Arroyo Pizarro compara los versos de Santiago con los de Miguel Hernández. Yo me atrevo añadir que Santiago Rosado comparte muchos elementos con el poeta dominicano Pedro Mir.
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